Rescate del Ojushte (Brosimum alicastrum), una semilla ancestral en defensa de la soberanía, seguridad alimentaria y nutricional en El Salvador

Fidel Ángel Parada Berríos1*, Ana Edith Morales1, Sonia Gutiérrez1 y Fidel Ángel Parada Santamaría1

En junio de 1947, apareció en la toda la zona costera de El Salvador una plaga de langostas, que arrasó con el maíz, frijol y todo cultivo que encontró a su paso. Debido a esta plaga hubo escasez de alimen- tos. El gobierno mandó brigadas de lanzallamas, pero no fue posible extinguir la plaga, el únic combate efectivo fue que la langosta se elevó y tomó rumbo al sur, aquella gran nube, que cubría el sol, recibió viento de cola, y la plaga se equivocó donde vio la inmensidad azul ver- de y al hacer su amarizaje se ahogó, en pocos días la plaga se acabó, las playas se cubrieron de grandes promontorios de langostas muertas. En ese mismo año, hubo una gran sequía, provocando una gran hambruna, y lo único que la población encontró de alimento fue el Ojushte (Brosimum alicastrum), que la gente pepenaba, cocían con un poco de ceniza y se comían los granos salcochados de manera directa, o se utili- zaban en mezcla con masa del poco maíz y sorgo o masa de plátano verde para hacer tortillas.

En la actualidad se ha perdido la cultura del consumo del Ojushte, al grado que algunas personas y técnicos, afirman que es alimento solo para los pobres, desconociendo las virtudes alimenticias y nutricionales de estos frutos, sin em- bargo, se utilizó como complemento alimenticio en las civi- lizaciones precolombinas, y existe mucho interés por parte de instituciones estadounidenses por el Ojushte, principal- mente ONG ́s. Actualmente, solo en la zona occidental de El Salvador es consumido como fruto, el cual es salcochado, y acompañado de sal, limón y chile al gusto. Por otra parte, existen organizaciones de mujeres como Manaojushte, lide- rada por Ana Edith Morales y Sonia Gutiérrez en San Isidro, Sonsonate, quienes lo adquieren de la pepena, lo secan y lo muelen haciendo harinas para posteriormente transfor- marlo en pan, galletas, tortillas, tamales, pupusas, atoles, refrescos, entre otra variedad de alimentos, y son las or- ganizadoras del Festival del Ojushte en San Isidro, Izalco, que se celebra entre abril y mayo, el cual se ha desarrollado desde 2012 hasta 2019, que fue la octava y última edición (sin ediciones recientes por la pandemia Covid-19), donde todos los alimentos que se presentaban son a base de Ojus- hte (Figura 1).

 

Figura 1. Octava edición del Festival del Ojushte en San Isidro, municipio de Izalco, Departamento de Sonsonate, El Salvador. Fotografías: Fidel Ángel Parada Berríos.

Por otra parte, las personas que trabajan en su procesa- miento, solamente pepenan el fruto caído al pie o el piso de los árboles, lo que condiciona que la existencia de estos frutos se restrinja al corto período de cosecha, cuyo pico de producción ocurre entre mayo y principios de agosto, fuera de esta época se dificulta la obtención del Ojushte. Asimismo, se reconoce que la madera de este árbol es de muy buena calidad, lo que hace suponer que “su casi extin- ción” se debe a la tala indiscriminada, por lo que es necesa- rio revalorizarla; en tal sentido y considerando que no exis- te documentación en nuestro país, se considera relevante toda la información que se genera desde la academia, con la idea de domesticar el Ojushte, tal como ha ocurrido con otras frutas nativas.Con las investigaciones ejecutadas por el Departamento de Fitotecnia de la Facultad de Ciencias Agronómicas, de la Universidad de El Salvador, nos hemos propuesto rescatar el Ojushte, entre otras especies en pe- ligro de extinción en El Salvador, y que se consideran de gran potencial para el desarrollo de alimentos de alto valor nutricional y aporte energético y como posible alternativa

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para utilizarlos en nuestra dieta alimenticia, especies nati- vas con atributos industriales como el maíz, y que cuente con las características nutricionales similares o mejores que este; debido a que en los últimos años tanto el maíz como otros granos básicos han experimentado pérdidas, casi to- tales por las condiciones climáticas extremas asociados a los fenómenos de variabilidad climática y cambio climático.

Como resultados inmediatos todos los años desde 2013, en el vivero de la Facultad de Ciencias Agronómicas se producen alrededor de 5000 plantas de Ojushte con la finalidad de donarlas a ONG ́s, municipalidades, escuelas, iglesias, comunidades, entre otras instituciones que los so- licitan, incidiendo directamente en el rescate de la especie (Figura 2).

 

Figura 2. Producción de plantas de ojushte en el vivero de la Facultad de Ciencias Agronómicas y donación a los agricultores y ONG ́s en apoyo a procesos de reforestación. Fotografías: Fidel Ángel Parada Berríos.

Entre 2013 y 2019, se diseñó y ejecutó, un proceso siste- mático de investigaciones priorizadas: la selección y carac- terización de clones de alto potencial genético; evaluación de métodos de propagación por injerto; determinación de niveles de NPK para nutrición en vivero; identificación de insectos y patógenos asociados al Ojushte; validación del proceso artesanal de procesamiento; y el establecimiento de una colección básica que se constituyó como el primer banco de germoplasma de Ojushte en El Salvador. Poste- riormente se iniciaron trabajos en el desarrollo de parcelas de altas densidades para producción de follaje; se evalua- ron otros métodos de propagación vegetativa y se alimen- tó con follaje de Ojushte a especies animales como caraco- les de agua dulce, conejos y pollos, en los que se valoró el desempeño de estos animales alimentados con follaje de los árboles de Ojushte.

 

Figura 3. Producción de plantas de ojushte en el vivero de la Facultad de Ciencias Agronómicas y donación a los agricultores y ONG ́s en apoyo a procesos de reforestación. Fotografías: Fidel Ángel Parada Berríos.

Nuestra Facultad ha participado en todas las ediciones del Festival del Ojushte presentando en un kiosco el que- hacer nuestro en cuanto al rescate del cultivo de Ojushte, donde se explican los resultados de las investigaciones rea- lizadas y se entregan plantas a los visitantes tanto de las co- munidades cercanas a San Isidro, como visitantes del resto del país, quienes se hacen acreedores a los arbolitos para siembra en sus comunidades. Finalmente, la visión de la Fa- cultad de Ciencias Agronómicas respecto al Ojushte y otras especies nativas es lograr que la población salvadoreña de todas las edades y principalmente los niños en las escuelas, consuman Ojushte salcochado o procesado como galletas, pan, refrescos, entre otras opciones, y poco a poco ir con- tribuyendo a una alimentación saludable, libre de golosinas que dañan el organismo (Figura 3).

Referencias.

Berríos Díaz, R. 2006. Chirilagua Tierra de tres Estrellas. San Salvador, El Salvador.

Parada-Berríos, F.A., Sermeño-Chicas, J.M. Y Quintanilla, J.R. 2016. Res- cate y desarrollo de germoplasma de ojushte (Brosimum alicastrum Swartz) con alto potencial genético de rendimiento, nutricional y co- mercial. PRESANCA/CSUCA. Imprenta Universitaria UES, San Salvador, El Salvador.

Parada-Berríos, F.A., Sermeño-Chicas, J.M. Y Quintanilla, J.R. 2021. Res- cate y desarrollo de germoplasma de ojushte (Brosimum alicastrum Swartz) con alto potencial genético de rendimiento, nutricional y co- mercial. (2 ed). PRESANCA/CSUCA. Imprenta Universitaria UES, San Salvador, El Salvador.

1Departamento de Fitotecnia, Facultad de Ciencias Agronómicas, Universi- dad de El Salvador. PQ9X+HGW, San Salvador, El Salvador.

*Autor para correspondencia: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.


REVISTA ÁRBOL RAMÓN ÓOX / Año 1 / Número 2 - Diciembre 2022

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