Francisco Alfonso Larqué Saavedra - Biografía

Por: Bertha Sofía Larqué Saavedra F y Silvia Vergara Yoisura

Francisco Alfonso nació en la ciudad de Texcoco, municipio de Texcoco, Estado de México, el 7 de marzo de 1948. Fue el quinto hijo de Alfonso Larqué Guerrero y María Saavedra Monterrubio. La educación básica la realizó en su lugar de nacimiento en escuelas públicas. Antes de entrar a la primaria aprendió a leer y escribir, por lo que fue inscrito en segundo año, de esta manera la curso en cinco años. La secundaria la terminó con el promedio más alto de su generación. Continuó sus estudios en la Preparatoria número 1 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ubicada entonces, en el edificio de San Ildefonso, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Fue un programa de dos años. Ingresó a la carrera de biología en Ciudad Universitaria de la UNAM a la edad de 16 años, el 13 de diciembre de 1969, presentó su examen profesional, concluyendo sus estudios a los 21 años.

Al concluir su licenciatura en biología, trabajó en el entonces Instituto Nacional de Investigaciones Pecuarias (INIP) en Palo Alto, entonces Distrito Federal. Posteriormente en el Colegio de Postgraduados estudió una maestría en botánica. Su tesis de la cual obtuvo un reconocimiento, se tituló:

“Observaciones sobre el comportamiento del maíz latente en condiciones de sequía. Aspectos morfológicos, fisiológicos y bioquímicos”. La cual concluyó a los 23 años de edad en 1971.

Al concluir sus estudios, ingresa a trabajar al Colegio de Postgraduados como profesorinvestigador en el Centro de Botánica. En 1972 inicia sus estudios doctorales en Fisiología Vegetal en la Universidad de Londres, Inglaterra. La sequía continuó siendo tema central en su investigación. En 1974 publicó un artículo en la prestigiosa revista Nature (Larqué-Saavedra y Wain 1974). “En este artículo se [demostró] que la tolerancia a la desecación del maíz estaba relacionada con los niveles de ácido abscísico. Y es que no se sabía en ese entonces cómo se daba la señalización desde la raíz, en donde se percibe la falta de agua en el suelo, para indicar a la hoja esta condición, por lo que las estomas deben cerrarse para evitar la fuga del líquido. Esta contribución [fue] el comienzo de muchísimos estudios en esta hormona que es central, y que ha sido muy útil para entender el funcionamiento de las plantas, así como en el manejo y mejoramiento de cosechas. (Reyes et al., 2021) Su tesis doctoral, titulada: “Studies on hormonal aspects of plant growth in relation to chemical and environmental treatments”. Concluyó sus estudios en septiembre de 1975.

A su regreso a México, se reincorpora al Colegio de Postgraduados en el Centro de Botánica y a la carrera de Biología en la Facultad de Ciencias de Ciudad Universitaria de la UNAM, en ambos lugares ofreciendo el curso de Fisiología Vegetal. En el Colegio de Postgraduados, además de sus cursos,continuó con investigación, a la vez que desarrolló dos cargos administrativos. En su labor de investigación, continuó con sus estudios sobre “la producción continua de maíz y de hongos comestibles, así como el control hormonal del agua. (SNI, 2020).

Al final de la década de los 70’s e inicios de los años 80’s, fue investigador visitante de la universidad de Lancaster en el Reino Unido y Cambridge University. Hizo una estancia posdoctoral en la Universidad de Austin Texas en Estados Unidos.

En 1987, fue ganador del Premio Nacional de Investigación en Alimentos otorgado por la entonces Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SAHR), Secretaría de Educación Pública (SEP), Compañía Nacional de Subsistencias Populares (CONASUPO) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), por su trabajo “El trasplante estrategia para incrementar la producción de granos básicos, experiencias en condiciones de temporal con maíz y frijol”. En 1988 fue galardonado con la presea “Estado de México”, el diploma que le fue entregado a la letra dice: “Por su invaluable labor como investigador en el campo alimentario, que constituye una de las prioridades nacionales”. En 1992 recibió junto con el entonces M. C. Daniel Martínez Carrera y el Sr. Porfirio Morales Almora, el Premio Nacional en Ciencia y Tecnología de Alimentos por su trabajo “Producción de Hongos Comestibles. Apoyo a la Alimentación y Economía de las Comunidades Campesinas en México”.

Dentro del área Administrativa ocupó el cargo de Di- rector del Centro de Botánica por dos periodos. Estando al frente de este cargo, impulsó la creación del posgrado en Fisiología Vegetal, graduando al primer doctor en 1986. For-mó parte del Comité Directivo de la Sociedad Internacional de Fisiólogos Vegetales y representante en México de esta disciplina. Fungió como Secretario General del Colegio Post-graduados de 1995 – 1998.
En 1998 se incorpora como Director General del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), cargo que ocupó 10 años (Reyes et al., 2021). Durante su gestión impulsa la ampliación de la infraestructura de las instalaciones del CICY, se crea el Centro de Estudios del Agua (CEA), actualmente Unidad de Ciencias del Agua en Cancún, Quinta- na Roo, se fortalece el Posgrado, así como la imagen y la vinculación institucional, realizando eventos académicos de distintas índoles. También participa en la consolidación de la sección sur-sureste de la Academia Mexicana de Ciencias.

Paralelo a su desempeño como Director General, continuó trabajando en investigación. Entre otros de sus logros genera una tecnología para elaborar un licor de henequén. Trabaja también en la transferencia tecnológica de este producto y se crea la empresa “Licores de Henequén”.

En 2000, recibe uno de los premios más importante a nivel nacional, el Premio Nacional de Ciencias y Artes. Este premio, es el máximo galardón que otorga el gobierno de México para reconocer el esfuerzo de valiosos mexicanos que, desde el arte, la ciencia, la cultura y las humanidades aportan elementos fundamentales para el desarrollo inte- gral de nuestro país. (Gobierno de México. 2022). Después de éste, siguieron otros más.

En 2009 recibió el Premio Centeotl de las Fundaciones Produce del país. En 2010, tuvo una distinción a nivel mundial, recibió el premio que otorga la Academia Mundial de Ciencias (TWAS) por su trabajo pionero sobre el efecto de los salicilatos en la fisiología y bioproductividad de las plantas. La TWAS es una organización internacional autónoma, fundada en Trieste, Italia, en 1983. Se conforma por un grupo de científicos distinguidos inter- nacionalmente. Tiene “fuertes vínculos con la UNESCO y el Centro Internacional Abdus Salam de Física Teórica (ICTP), [así como] con otros organismos internacionales con los que comparte objetivos comunes, principalmente Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU), la Fundación Interna- cional para la Ciencia (IFS) y el Programa Internacional de Ciencias (ISP) (International Council for Science, 2022”). En 2014, el Colegio de Postgraduados, le otorgó el título de Doctor Honoris Causa. En 2017 recibe el Premio Seguridad Alimentaria y Sustentabilidad otorgado por Cargill-CIMMYT y en 2018, recibe de la Secretaría del Medio Ambiente y Re- cursos Naturales (SEMARNAT) y de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), un Reconocimiento a la Conservación de la Naturaleza, (CONACYT-CICY, 2021).

Participa activamente en la creación del Parque Científico Tecnológico de Yucatán, el cual se impulsa a finales de 2008. “Consistió en establecer un espacio, para promover la integración de los actores de la triple hélice (sector académico, gubernamental y empresas privadas), así como contribuir a la formación de capital humano en áreas estratégicas y dinamizar el desarrollo sustentable aprovechan- do el conocimiento científico y el desarrollo tecnológico” (Parque Científico Tecnológico de Yucatán, 2022). Esto es, acercar a estos actores para tener una comunicación más estrecha y avanzar juntos en la solución de problemas e im-pulsar el desarrollo.

Una vez establecido el Parque Científico Tecnológico de Yucatán, impulsa dentro del mismo, el desarrollo el Banco de Germoplasma, recinto que resguarda semillas del Trópico Mexicano y especies in situ y ex situ endémicas de la Península de Yucatán, así como un Jardín Botánico y dos co- lecciones importantes de las Plantas de los Libros Sagrados Mayas, del Popol Vuh y el Chilam Balam.

En el fortalecimiento del área académica y de investigación, participó activamente como asesor del Sistema de Investigación, Innovación y Educación Superior en Yucatán (SIIDETEY).

En 2017, impulsa la formación de la Red Nacional de Fisiología. Este fue un logro de interés académico, debido a los estudios que esta materia aborda. “La Fisiología Vegetal es la disciplina científica que describe los procesos y ajustes que dentro de las plantas tienen lugar. Procesos tales como la floración, la fotosíntesis, la respiración, crecimiento, germinación, fotoperiodo, el llenado de grano de maíz o del trigo, la generación de aromas de especies orna- mentales, el tamaño del fruto y su maduración, entre muchos otros, son parte de tales procesos que son descritos y cuantificados por los expertos que tienen la formación en esta área del conocimiento.

Del buen funcionamiento de estos procesos (floración, fotosíntesis, respiración, crecimiento, germinación, fotoperiodo, etcétera) depende la continuidad de este reino sobre el planeta” (Larqué-Saa- vedra, A., 2017). A partir de la fundación de esta Red, se realizaron en México, “reuniones del mayor reconocimiento mundial dentro de la Fisiología Vegetal, tal es el caso de la reunión de la American Society of Plant Physiology en la ciudad de Mérida Yucatán; la reunión de la International Plant Growth Substances Asociation en Puerto Vallarta Jalisco; la reunión de la American Plant Growth Regulation Working Group en Puerto Vallarta Jalisco; las reuniones de Horticultural Sciences (Acta horticulturae) en fruticultura en Saltillo Coahuila y la de Microprogapagation en Playa del Carmen Quintana Roo (Larqué-Saavedra, A., 2020). De igual forma se llevaron a cabo el 1er., 2do. y 3er Congreso Mexicano de Fisiología Vegetal.

Publicó más de 130 artículos científicos, 23 capítulos en libros, editó y compiló 19 libros. Graduó a más de 100 estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado. Obtuvo cuatro patentes (Consejo Consultivo de Ciencia, 2022): el uso de dimetilsulfóxido para incrementar la bioproductividad en plantas, el uso de salicilatos para incrementar la bioproductividad en plantas, el proceso para la fabricación de bebida alcohólica a partir del henequén (CONA- CYT-CICY, 2021) y el proceso de producción de bioetanol a partir del árbol de Ramón (Brosimum alicastrum).

Obtuvo también dos títulos de registro de marca, cuatro desarrollos tecnológicos en el campo de bioproductividad transferidos al sector social, escribió cerca de 100 artículos de divulgación de la ciencia en los que enfatizó la descentralización de la ciencia en México, los laboratorios naturales para la ciencia, proyectos bandera para la ciencia, entre otros (Consejo Consultivo de Ciencia, 2022). Además, se le considera “pionero a nivel mundial del estudio de la aspirina en plantas. Sus aportaciones del uso de salicilatos para incrementar la productividad en el sector agrícola son reconocidas internacionalmente y aplicadas por empresas trasnacionales” (SNI, 2020).

A partir de 2009, abrió una línea de investigación con el árbol Ramón (Brosimum alicastrum Sw.) (Gobierno de México et al., 2019). De acuerdo a pláticas con su hija María Laura, una tarde paseando por las calles de la ciudad de Mérida, vieron los frutos del árbol Ramón y se preguntaron si serían comestibles para las personas, tenían conocimiento que, las ramas, hojas y frutos, lo usaban como alimento para el ganado en el medio rural de Yucatán. Ella relata que cortaron unos frutos y al llegar a su casa, quisieron abrirlos, pero como su cáscara estaba muy dura, no pudieron. Los cocieron en agua y pasado un rato, los pudieron abrir y comerlos, comenta que su sabor les recordó al de las castañas hervidas.

Así comenzó la búsqueda y la inquietud del Dr. Alfonso Larqué por los beneficios del árbol Ramón. Los primeros aspectos que estudió fueron las características nutricionales de las semillas. Mandó hacer estudios en el Instituto Nacional de Nutrición Salvador Subirán y en la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco. En el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en el laboratorio de trigo, hicieron estudios para saber si contenía gluten y las características de la harina de Ramón para elaborar panes. En el laboratorio de trigo del Campo Experimental Valle de México (CEVAMEX) del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), probaron la masa de Ramón para hacer galletas con gran éxito. Posteriormente inició la búsqueda para ela- borar otros productos comestibles con harina de Ramón, en particular, tortillas. Para ello pidió apoyo a productores de tortillas de maíz de los pueblos cercanos a Mérida y a la Universidad Tecnológica del Mayab.

Una vez conocidos los beneficios nutricionales de la semilla del árbol Ramón, y la posibilidad de ser empleado para la elaboración de diferentes platillos, los difundió a través de artículos científicos, artículos periodísticos y pláticas.

En cuanto al uso del árbol Ramón como alimento pecuario, se propuso la elaboración de un alimento balanceado de alto contenido nutricional que, al ir ganando mercado, contribuya a disminuir las grandes importaciones de maíz amarillo que es empleado con el mismo fin. También estudió junto con otros investigadores, las características del árbol Ramón y su contribución para combatir el cambio climático, aspecto de gran importancia en tanto que es un grave problema a nivel mundial. Habló de su capacidad para capturar dióxido de carbono, su resistencia a la sequía, su función como cortina rompe vientos, su contribución a la conservación de los suelos (Larqué-Saavedra, A. 2021).

Después de estudiar todos los beneficios y servicios ambientales que ofrece este árbol, Brosimum alicastrum, especie con una altísima bioproductividad, lo llevó a plantear la iniciativa de incorporar el sector forestal a la cruzada contra el hambre y el cambio climático (Consejo Consultivo de Ciencias, 2022). Una alternativa que no se había estudiado, pero que es accesible y viable.

Dos de sus esfuerzos al final de su vida fueron: uno, transferir tecnología a la empresa Kishur, que es “la primera empresa agroindustrial alimentaria nacional basada en un árbol del trópico mexicano, el Ramón. Esta novedosa agroindustria, sin precedente en este país, estará sin proponérselo, concretando el modelo de que la biodiversidad permite alternativas de que la seguridad alimentaria de México es factible. Plantea desde luego una alternativa que no es más de lo mismo, por lo que esta empresa nace fuera del seno del apoyo de fondos federales, es decir, innova con un modelo que puede ser un prototipo clave para el futuro de México si se acepta que se hace buena ciencia fuera del centro del país [...] (Foro Consultivo Científico y Tecnológico A. C. 2022).

Dos, formó un equipo de trabajo orientado a investigar y transferir, los conocimientos obtenidos de sus investigaciones científicas, de conocimientos tradicionales ancestrales y aprendizajes nuevos, sobre el árbol ramón. Se conforma de investigadores de diferen- tes áreas de estudio, técnicos, personas y organizaciones interesadas e inquietas en conocer o compartir sus experiencias con el Árbol Ramón.

Francisco Alfonso Larqué Saavedra, fallece en la ciudad que lo vio nacer, a las 9:19 horas el 12 de septiembre de 2021.

REVISTA ÁRBOL RAMÓN ÓOX / Año 1 / Número 1 - Agosto 2022



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